En la imagen vemos la daga ensangrentada en el suelo, la caja con la dedicatoria del pintor, que hacia de pupitre donde escribía Marat debido a sus largas horas que pasaba recibiendo los baños, y el cuerpo semi-desnudo y sin vida del protagonista, Jean Paul Marat.
La figura esta idealizada, atendiendo a las formas y actitudes de las antiguas esculturas romanas
La pluma, el tintero, la alfombra verde y los papeles (donde aparece escrito el nombre de su asesina, Carlota Corday) son verídicos.
Analizando la pintura por planos, vemos que en primer plano, iluminado con una luz mas blanca y brillante que el resto de la escena esta el pequeño escritorio donde Marat realizaba gestiones para el Nuevo régimen francés; David usa este pequeño objeto de madera para dedicarle una sentida dedicatoria al periodista y amigo (“A MARAT; David”) Por lo tanto intenta simbolizar un monolitoque lo consagra como monumento a la posteridad.
Sobre el escritorio aparece una pluma, un tintero, una carta y uno billetes; la carta, junto con los billetes van dirigidos a una mujer viuda cuyo marido acaba de morir en la Revolución Francesa: “Entregue este billete a la madre de cinco hijos, cuyo marido ha muerto por defender la patria”
Centrándonos en la única figura de la escena, vemos que ha sido tratada con una pincelada muy tenue y sutil, dejándonos ver un cierto paralelismo con las formas greco-romanas y la estilización de la figura humana. Marat yace en la bañera, llena de sangre, con la cabeza inclinada y ambas manos sujetando diversos objetos; la mano derecha sujeta una carta, donde escribe el nombre de su asesina; y en la mano izquierda una pluma. Parte de su cuerpo esta iluminado por una luz transversal proveniente de la esquina superior izquierda de la escena, mientras que el resto se encuentra en una ligera penumbra.
El rostro de Marat no posee esa sensación de miedo o sufrimiento hacia la muerte, sino que por el contrario posee una expresión de calma y seguridad, lo que se traduce a la satisfacción de haber cumplido sus responsabilidades con la libertad, con el pueblo y con la revolución.
Ya en la parte inferior de la escena, arropado por los pliegues de la sabana que cubría a Marat se encuentran la daga ensangrentada y la pluma que sostiene Marat firmemente en su mano; ambas son consideradas armas; el cuchillo, el arma de su asesino, la forma de acabar y callar sus ideas; y la pluma, el arma de Marat, el poder de la razón y la palabra.
El cuchillo aparece manchado aún de sangre que brota de la herida en el pecho del protagonista .Esta herida o la sangre que tiñe de rojo la tela blanca que lo rodea,nos intentan aludir a la grandeza de Marat retratado como héroe.
Si volvemos a mirar la obra completa vemos cómo el fondo es totalmente sobrio, sin adornos de ninguna clase , y con unos tonos neutros y predominantes, fundamentalmente el color negro; pero sí hay un degradado, una sombra que va del negro al blanco: el espíritu de Marat se levanta y se aleja de los problemas (negro) para ir hacia la pureza y otro mundo mejor (blanco).
El rostro de Marat no posee esa sensación de miedo o sufrimiento hacia la muerte, sino que por el contrario posee una expresión de calma y seguridad, lo que se traduce a la satisfacción de haber cumplido sus responsabilidades con la libertad, con el pueblo y con la revolución.
Ya en la parte inferior de la escena, arropado por los pliegues de la sabana que cubría a Marat se encuentran la daga ensangrentada y la pluma que sostiene Marat firmemente en su mano; ambas son consideradas armas; el cuchillo, el arma de su asesino, la forma de acabar y callar sus ideas; y la pluma, el arma de Marat, el poder de la razón y la palabra.
El cuchillo aparece manchado aún de sangre que brota de la herida en el pecho del protagonista .Esta herida o la sangre que tiñe de rojo la tela blanca que lo rodea,nos intentan aludir a la grandeza de Marat retratado como héroe.
Si volvemos a mirar la obra completa vemos cómo el fondo es totalmente sobrio, sin adornos de ninguna clase , y con unos tonos neutros y predominantes, fundamentalmente el color negro; pero sí hay un degradado, una sombra que va del negro al blanco: el espíritu de Marat se levanta y se aleja de los problemas (negro) para ir hacia la pureza y otro mundo mejor (blanco).
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